miércoles, 23 de marzo de 2011

El tesoro de la Sierra de Grazalema ( El pinsapo ).



El pinsapo, el Rey de la Sierra de Grazalema.



Un abeto singular y único fue descubierto a principios del siglo pasado por el botánico suizo Boissier y a pesar del tiempo transcurrido, este exclusivo árbol, sigue siendo desconocido para la mayoría. La Junta de Andalucía tiene intención de declararlo como monumento natural y las sierras que lo albergan han conseguido ser protegidas como parques naturales y ser declaradas reservas de la biosfera por la Unesco. 
Ejemplares aislados pueden encontrarse, de repoblación, en algunas de las sierras que nos rodean, como es el caso de la Alfaguara, también se puede observar en algunos jardines, como el de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Granada, sin embargo, para observarlo en su total esplendor hay que visitar los parques naturales que lo albergan en las provincias de Málaga y Cádiz principalmente, también se encuentra en la Sierra de Grazalema, conocida como el Pinar. Seguir la ruta del pinsapo produce la sensación casi olvidada de naturaleza en estado puro. Los pueblos que la rodean están llenos de atractivo y todos sus habitantes han protegido este patrimonio de la humanidad con el celo del que sabe que posee algo único e irrepetible. 
El Pinsapo (Abies pinsapo Boiss) es un árbol perennifolio de corteza pardo grisácea y lisa y con los años se va agrietando. Es un árbol muy longevo puede vivir hasta 400 años y puede alcanzar hasta los 30 metros de altura. Las hojas son aciculares, rígidas y de color verde, florece de abril a mayo y fructifica de septiembre a octubre. 
No es exigente en cuanto a la naturaleza del suelo pero si en cuanto a humedad, la zona del pinsapar es una de las más pluviosidad, aún así puede resistir periodos largos de sequía. 
El pinsapo es usado frecuentemente como ornamental sobre todo en jardines botánicos. En Granada se ha plantado en la Alfaguara y en el jardín Botánico de la Facultad de Ciencias, estos últimos fueron una donación del municipio de Yunquera,. En Europa central es plantado en ocasiones para utilizar su madera. 
Declarado Reserva de la Biosfera por la Unesco, el Parque Natural de Sierra de Grazalema se localiza entre las provincias de Cádiz y Málaga con una extensión de 51.695 Ha. en la zona más occidental de la Cordillera Bética. 
Tierra de frontera entre el reino musulmán de Granada y Castilla entre los siglos XIII y XIV esta comprendido por 13 municipios Grazalema, Zahara de la Sierra, Villaluenga del Rosario, Benaocaz, Ubrique, El Bosque, Prado del Rey y el Gastor de la provincia de Cádiz y Benaoján, Montejaque, Cortes de la Frontera, Jimena de Líbar y Ronda en la provincia de Málaga. 
Esta serranía gaditana se levanta entre los 600 y 1600 metros sobre los valles y depresiones circundantes. A pesar de la presencia del hombre desde épocas remotas, la sierra conserva una importante masa de vegetación natural típicamente mediterránea : encinas, alcornoques, quejigos, algarrobos, acebuches y ,como no, pinsapos. En la umbría de la Sierra del Pinar se localiza un magnífico bosque de pinsapos, el mejor conservado en la actualidad de este abeto. En sierras próximas aparecen bosquetes o ejemplares aislados de esta especie, testimoniando su antigua extensión. 
La visita al Pinsapar, así como a otros enclaves y Áreas de Reserva del Parque, puede realizarse sólo en determinadas épocas del año y con limitación del número de visitantes. A veces es preciso también ir acompañado de guía.
Es usual que los pequeños de la provincia de Cádiz acudan al pinsapar de excursión para contemplar la fauna y flora autóctona de su tierra y descubran el gran tesoro que en ella encierra: El pinsapo.
La Ruta que los excursionistas visitan atraviesa parte de la zona protegida del parque por lo que será necesario solicitar un permiso en la oficina del Parque natural de Grazalema situada en el pueblo de El Bosque. Una vez conseguido el permiso, la ruta comienza en el área recreativa, a la cual se accede por la antigua carretera a Grazalema.
En el pinsapar se pueden encontrar 12 kilómetros de marcha arriba y abajo. Vistas impresionantes, cantos de pájaros, una flora selvícola, musgos y árboles gigantescos, propios de lugares como Irlanda o Noruega, y están en nuestra provincia, la provincia de Cádiz.

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